Sobre mi
Durante años viví desconectada de mi cuerpo… aunque no lo sabía. No lo llamé trauma. No lo llamé adicción. Solo seguía. Desde fuera parecía fuerte, funcional, incluso luminosa. Pero por dentro, algo estaba roto en silencio. Hería mi cuerpo sin darme cuenta. A través de hábitos, exigencias, silencios, abandono sutil. Creía que ser consciente era suficiente. Leía, estudiaba, comprendía… Pero el cuerpo todavía cargaba historias antiguas.
Hasta que un día llegué al límite.